Las manos recuperan la sensibilidad perdida y se animan a las caricias, los brazos son otra vez fuerte para los abrazos alguna vez olvidados... El sol entra mas brillante por la ventana e inunda de nuevas energías los cuerpos que solo quieren que las horas pasen lentas, que los días parezcan años...
Un nuevo comienzo tal vez y la firme decisión de que cada instante se va a vivir de manera intensa, única, plena... Se va a vivir.


Ph: Camila Provost.