Uno de esos domingos por la madrugada... Uno de esos días en que absolutamente nada es mas importante que esto, que es la nada misma...
Disfruté el momento porque sabia que era efímero... Ojala se estire un poco mas y esta tristeza de invierno no me invada una vez mas... Ojala la música no me lastime tanto el alma y sin embargo me la acaricie de manera tierna...

Mañana voy a despertarme convencido de que el sol de invierno también calienta y llena de energías y sabiendo que para que eso pase tengo que apuntar mi cara mas tiempo a el y haré de una plaza mi amiga...



1 comentario:

Jesica. dijo...

Mas alla del otoño estacional, hay que saber conservar la primavera del alma, para tener el calor del sol todas las mañanas pese a lo que pase alla afuera.
mantener el espiritu con humor es la clave para ser mas fuertes, y ponerse la vida al hombro todos los dias.